23 de mayo de 2022
Indice Politico

¿Y quién va a
reconstruir al país? * Que siga la 4T provoca terror * Godoy, sin elementos
contra Serna
Por la
acción y aún por la omisión de sus políticos México se nos muere entre las
manos.
Lo peor
es que nadie está pensando en cómo siquiera reanimar al país tras estos ya más
de tres años de calamidades… una tras la otra.
Y es que
los políticos y sus partidos sólo ven hacia las siguientes elecciones.
Para
hacerse del poder de no poder.
Nadie,
hasta ahora, tiene una propuesta para cuando menos mejorar en un mínimo
porcentaje al colapsado sistema de salud tras una pandemia que lo pilló
fracturado por estúpidas decisiones que incrementaron el desabasto de
medicamentos que ya venían arrastrando las instituciones públicas, incluso por
la desaparición de la prestación de un servicio que atendía “primero a los
pobres”, sustituido por otro que se puso en manos de un arqueólogo, quien cava
y cava entre los restos del país sólo para encontrar que muchas de las
enfermedades que se habían controlado en siglos pasados ya están de vuelta
entre nosotros.
Junto
con ello, la violencia desatada en las zonas controladas por el tráfico de
drogas –prácticamente ya tooodo el país-- ha puesto en evidencia los serios problemas
de seguridad pública que deben enfrentar diariamente sus habitantes. Mueren más
personas en México que en países en estado de guerra declarado. Este es un país
que continúa sumergido en una crisis que no parece tener fin, un país que dejó
de tener cualquier relevancia en el plano internacional en una caída
vertiginosa hacia la penumbra de la historia.
Ni
siquiera se vislumbran muchas esperanzas a partir de una renovación o cambio
drástico que se pueda producir con las elecciones de 2024.
Justo es
urgente iniciar una acción restauradora del Estado, pues la crisis que se
arrastra en este último periodo no se resuelve por el concurso de las urnas,
sino a través de una reconstrucción profunda.
El miedo, a la orden del día
El actual
panorama es más bien sombrío.
Los
cuatroteros poco a poco van ganando apoyo entre un electorado pasivo y
desorientado.
Entre
los demás, lo que parece imponerse en este momento es un miedo difuso, miedo
generado por la incertidumbre de lo que va a suceder, miedo generado por las
diversas amenazas que enfrenta el ciudadano: temor a perder el trabajo y los
derechos laborales, a ser asaltado en cualquier momento, a enfermarse y no
tener las mínimas condiciones de acudir a un centro de salud para obtener
asistencia, a quedarse desamparado ante cualquier catástrofe natural o
económica, a morir de abandono y desolación.
El miedo
es la constante en lo que queda de nuestro país.
Estos
miedos están siendo explotados por los propagandistas de la llamada Cuarta Transformación,
difundiendo la falacia de que solo la continuidad de Morena en Palacio Nacional
es capaz de sacar al país de la crisis sistémica en que se encuentra.
Falta poco
para que se imponga la idea de que las personas eviten las calles, los parques,
los espacios públicos y queden libres de los peligros que acechan en la
reclusión hogareña y la “seguridad” de lugares siempre vigilados.
Lo que
desean estos profetas del miedo es desmovilizar a la población, mantener a la
gente en su reducto familiar, desencontrarlos, que no compartan su descontento
y malestar ante el estado de las cosas, ante la impudicia con que actúan los
cuatroteros asociados con ciertos empresarios y jueces.
Frente a
este escenario es necesario resistir y buscar formas de actuación política que
permitan y propongan una salida efectiva a la crisis sistémica que enfrenta el
país. Es necesario una movilización activa de la ciudadanía que permita salir a
México de la abulia y la pasividad a la que intentan someterlo las fuerzas
retrogradas.
Los
jóvenes deben desempeñar un papel fundamental en este proceso de reactivación
del campo democrático. Los estudiantes están llamados a movilizarse en sus
escuelas y universidades, pues son ellos quienes deberían asumir la vanguardia
de las luchas democratizadoras que están por venir.
Solo así
se podrá transformar el miedo en acción militante y liberadora, para seguir
intentando urgentemente sacar al país de las trampas y mentiras colocadas por
los promotores de la desigualdad, el conservadurismo y el atraso social: Los
morenistas, pues. Los seguidores de Andrés Manuel López Obrador.
Indicios
Y sí,
tiene razón Ricardo Monreal. La adelantada contienda por la sucesión
presidencial ya provoca que los “estrategas” de las vulgarmente llamadas “corcholatas”,
nerviosos como están por la falta de crecimiento de sus contratantes, inicien
la guerra de lodo. Así, quienes asesoran a “la favorita de Palacio”, Claudia
Sheinbaum, ya mandaron a intimidar a Marcelo Ebrard, quien jocoso
respondió a las huestes de “la regenta de AMLO en CDMX” que ya dejaran de estar
jodiendo, que ya habían desquitado las monedas que les habían pagado por
llamarlo “neoliberal”, un “insulto” mayúsculo entre los cuatroteros. Por eso
Monreal llama a la prudencia. Porque, al rato, Sheinbaum manda a que lo golpeen
a él. * * * Por cierto que la señora Sheinbaum y su fiscal “independiente” y
“autónoma”, Ernestina Godoy, se quedaron sin materia en contra de Julio
César Serna Chávez, luego de que su acusador Miguel Ángel “N” diera
muestras de que sus delaciones no tienen forma de comprobarse. * * * Y a
propósito de fiscales, ¿ya se aliviaría del estómago don Alejandro Gertz
Manero, tras el enorme fracaso de otra de sus venganzas personales para las
que usa el dinero y recursos de quienes pagamos impuestos? * * * Y por hoy es
todo. Le agradezco la lectura de este esperanzador Índice Político. Y.
como siempre, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!